Plantas de tratamiento de aguas residuales:

-Las bacterias enzimáticas se utilizan en diferentes etapas del tratamiento para descomponer los residuos orgánicos y mejorar la eficiencia del proceso.

Sistemas sépticos:

-Aplicar bacterias enzimáticas en fosas sépticas ayuda a descomponer los residuos sólidos y líquidos, reduciendo la necesidad de bombeo frecuente y mejorando el funcionamiento general del sistema.

Estanques y lagunas:

-En cuerpos de agua estancados o de flujo lento, las bacterias enzimáticas pueden ayudar a reducir la acumulación de materia orgánica, mejorando la calidad del agua y reduciendo los olores.

Ríos y arroyos:

-En cursos de agua que reciben descargas de aguas residuales o tienen altos niveles de materia orgánica, las bacterias enzimáticas pueden ayudar a descomponer los residuos y mejorar la salud del ecosistema acuático.

Tanques de retención de aguas pluviales:

-Estos tanques pueden beneficiarse de la adición de bacterias enzimáticas para descomponer la materia orgánica que se acumula en ellos, manteniendo el agua más limpia y reduciendo la posibilidad de malos olores.

Sistemas de recirculación de agua en industrias:

-En las industrias donde se utiliza y se recicla agua, como en plantas de procesamiento de alimentos, las bacterias enzimáticas pueden ayudar a mantener el sistema limpio y eficiente.

Acuarios y estanques ornamentales: En estos entornos, las bacterias enzimáticas pueden ayudar a mantener la claridad del agua y a descomponer los residuos orgánicos de peces y plantas.

En todos estos casos, es importante seguir las recomendaciones específicas del producto bacteriano y ajustar la dosificación según las condiciones y necesidades del sistema de agua en cuestión.